Dehesa de Romanos está situado en la carretera desde Alar del Rey a la Puebla de Valdavia y a tres km. De la Vid de Ojeda. Tiene dos barrios el barrio arriba y el de abajo, este ya despoblado, cada uno con su iglesia San Martín y Santa Eugenia.
Las coordenadas son: Latitud 42º 38´N, Longitud 4º 26´ W y una altitud de 940 metros sobre el nivel del mar
Tiene Ayuntamiento propio https://dehesaderomanos.es y dista 90 Km. de Palencia
Tiene una población a 2023 de 53 personas 34 hombres y 19 mujeres
Según consta en la página web de Dehesa de Romanos el nombre o topónimo de Dehesa viene del sustantivo latino “defensa” con significado tierra de pastos, en general acotados; lo “de Romanos” le puede venir del genérico romano en contra de lo godo y ya era nominada así esta localidad a finales del siglo XII en cierta donación de Alfonso VII.
El topónimo de Romanos alude sin duda a un establecimiento romano en el lugar, posiblemente tras el reparto de las tierras entre godos e hispanorromanos efectuado en el siglo V. La escasa documentación medieval relativa a Dehesa de Romanos guarda relación con las posesiones – principalmente fruto de compras y donaciones – que en la localidad tenía el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo y ello desde inicios del siglo XIII, heredades confirmadas por el monarca Pedro I en 1531. En términos de Dehesa se ubicaba una heredad concedida por Alfonso VIII a la abadesa del monasterio de San Andrés de Arroyo doña Mencía, según el documento de 1189 recogido por Pedro González . En otro documento fechado en 1200 y recogido por María Estela Gonzáles de Fauve, se hace alusión al lugar de Defesa de Romanis. Miguel Ángel García Guinea por su parte alude a varios documentos por él consultados en la casa parroquial en los que señalan obras en la iglesia en 1625 citando además los nombres de los artífices. Una inscripción en la capilla de la nave parcialmente recogida por Navarro, presenta caracteres acordes a la fecha señalada por García Guinea, monumento al cual parecen corresponder la mayor parte de los añadidos al edificio románico.
Es un lugar que se encuentra dividido en dos barrios: de arriba y de abajo; gozando este segundo en su día, de una ermita, ya arruinada, que advocaba a San Roque. Dehesa de los Romanos como hemos dicho anteriormente conserva dos iglesias: Santa Eugenia y San Martín.
En el término de Dehesa de Romanos se levantó en su día un poblado medieval que se llamaba Miranda, con significado de lugar de mirador. Su denominación es muestra de su repoblación por gentes de origen hispanorromano, frente al resto de repobladores de pueblos aledaños de origen mozárabe.
Encontraremos en Dehesa de Romanos la iglesia de Santa Eugenia, construida en mampostería y cantería, presenta interesantes vestigios románicos, y la Iglesia de San Martin, realizada en mampostería, es de estilo barroco, alberga obras artísticas del siglo XVII. Además, la Ermita de San Roque, abandonada y semiderruida, se instala en el Barrio de Abajo, cerca de la iglesia de Santa Eugenia.
Entre los dos barrios, se levanta la iglesia de Santa Eugenia, bello templo levantado en mampostería y cantería y buen ejemplar del arte románico de los años finales del siglo XII. Es un templo con una sola nave que se cubre con una cubierta plana, con un arco triunfal apuntado que descansa sobre buenos capiteles románicos, mientras que el presbiterio se cubre con cañón apuntado y fajón.
En el lado de la Epístola se abre una exquisita portada románica en cuya puerta se hallan incrustados unos buenos herrajes o alguazas, siendo el pórtico gótico.
En el Presbiterio, por su parte, se mantiene un retablo mayor de los primeros años del siglo XVII con esculturas de Santa Eugenia, a la quien advoca el templo, San Juan Bautista, un Santo y un Calvario de ese mismo siglo XVII, Otra escultura a San Roque es del siglo XVIII.
Además, en el interior de la iglesia, los citados capiteles historiados en las que se representa a Sansón, el león, otro personaje que alancea a ese león, y otros guifos y leones enfrentándose.
En el entorno de esta iglesia se descubrió hace tiempo una necrópolis medieval con unos sarcófagos monolíticos de piedra.
Espadaña a los pies. En el lado de la epístola se abre una portada románica cuya puerta conserva buenos herrajes. Pórtico gótico. Presbiterio: Retablo mayor de la primera mitad del s. XVII
En la Iglesia de Santa Eugenia, algunos restos interesantes de un románico original que, bien por el mensaje o bien por los trazos desarrollados, sugiere la posibilidad de que el mismo taller cantero ejerciera su actividad en muchos de los pueblos de la zona.
Aparte del capitel mencionado, que muestra a Sansón desquijando al león, así como otro de idéntica calidad, que representa a un caballero sojuzgando -por la posición de Notablemente modificada su estructura a lo largo de los siglos, de dicha actividad ha sobrevivido la espadaña, parte de su ábside y la portada, en cuanto al exterior se refiere. En su interior, algunos capiteles de excelente talla, nos remiten, al menos, a uno de los temas más desarrollados de los vistos en la provincia: el desquijamiento del león por parte de un hercúleo Sansón sentado a horcajadas sobre su lomo. una de las patas del caballo, sobre la cabeza de éste- a otro individuo que permanece sentado, del que se podrían extraer varias interpretaciones -¿un posible caballero cygnatus o apocalíptico?, ¿una crítica al estilo feudal de señorío y vasallaje?, ¿una alusión a Santiago Matamoros?- hay otras piezas que, sin ser románicas, merecen también atención.
Entre éstas, cabe mencionar una posible representación pictórica de San Martín, ataviado de obispo, báculo y guanteletes incluidos. El uso de éstos últimos, estaba sumamente restringido. Y resulta curioso que, por ejemplo, en las órdenes militares de caballería, como el Temple, aparte de la figura de los Grandes Maestres, su uso estaba restringido a los hermanos-capellanes y a los canteros de o que colaboraban con la Orden, siempre que estuvieran trabajando, con el fin de preservar sus manos.
Otra de las curiosidades mencionables, es un retablo que, dado la vuelta, sirve de elemento de martirio a un Cristo, con tal suerte que el entramado de madera hace que éste simule estar crucificado sobre una cruz patriarcal. O esa losa, tan limpia que parece de factura moderna, situada debajo de la pequeña pila de la entrada, que representa un rostro, el boquete de cuya boca indica que estuvo o fue concebida para servir de fuente y que, moderna o no, es toda una alusión a los antiguos mitos que la religión imperante no pudo erradicar nunca del todo. Incluso tengo mis dudas con la autenticidad de otra pieza que representa una crucifixión románica, y que se encuentra localizada no muy lejos de la pieza anterior.
La iglesia de San Martín, que se calza en el barrio de arriba, es un ejemplar ya barroco, levantado en mampostería y en una sola nave que a su vez se divide en tres tamos que se cubren con bóvedas de cañón con lunetas, y en el presbiterio con bóvedas de arista. Una portada se cubre en el lado de la Epístola, adintelada. A su vez, el retablo mayor del Presbiterio data del siglo XVII y conserva una escultura de San Martín, patrono del templo y del siglo XVII.
Iglesia de San Martín. Presbiterio: Retablo mayor del XVIII con escultura de San Martín de un siglo antes.
Ermita de San Roque: De mampostería y cantería. Situada en un alto entre los dos pueblos se encuentra en ruinas.
La ermita data del siglo XVIII y es poca la documentación que se conserva de ella. El hecho de que esté bajo la advocación de San Roque, santo francés relacionado con rogativas contra pestes y pandemias, puede dar una pista acerca de la motivación que tuvieron los habitantes del Barrio de Arriba en el momento de erigir este predio.
En el edificio hay dos fases constructivas bien diferenciadas. Por un lado, el muro y la espadaña de buena sillería, a la que le sigue una zona habitable con entramado de poste y carrera y paños de ladrillo galletilla. Este espacio contaba con dos habitaciones en un primer piso, en las que pudo guardarse el cereal proveniente de los diezmos.
Se accede a través de un vano abierto en el muro de la espadaña bastamente rematado y tres peldaños. El acceso a la zona de culto, planta baja, se efectúa mediante una puerta adintelada con arco escarzano rebajado, dando paso a una zona presbiteral más elevada en la que se percibe el contorno de lo que pudo ser el altar mayor y donde se dio culto a la imagen de San Roque que, actualmente, se guarda en la Iglesia de Santa Eugenia, y donde el 16 de agosto aún se celebra una misa conmemorativa. En el techo se conservan restos de yeserías con rueda radiada y un rosetón en forma de cruz.