Vega de Bur está situado en la comarca de la Ojeda en un estrecho valle que surca el rio Burejo acrecentado por las aguas de los arroyos de Mojuelo y Manalagua Cerca del otero donde debió estar el famoso castillo de Ebur, en los inicios de la reconquista. Hoy encontramos en otro otero la ermita del Rebollar, patrona de la Ojeda.
Coordenadas: Latitud 42º 45´N, Longitud 4º 28´ W, se encuentra a 960 metros sobre el nivel del mar.
Tiene 24 habitantes 13 hombres y 11 mujeres, datos INE enero de 2023
Tras la reconquista a los musulmanes de estas tierras (mediados del siglo IX), asturianos y cántabros se dedicaron a construir torres de defensa y su repoblación. De aquí nace el Castillo de Ebur, situado en una loma a los pies del río Burejo. Desde aquí se defendían los lugares de Medinilla, San Vitores, Santa Olaya, San Pedro el Alto (todos ellos ya desaparecidos), y los actuales Vega de Bur y Quintanatello de Ojeda.
En el siglo XI los lugareños que rendían pleitesía a los nobles que habitaban el Castillo de Ebur, con la estabilidad que dio la reconquista en el norte de la península, poco a poco empezaron a labrar las tierras fértiles de la vega del río, estableciéndose definitivamente a orillas de este. La vega del Castillo de Ebur, etimológicamente evolucionó a lo que hoy conocemos como “Vega de Bur”, siendo errónea la idea de que “Bur” es apócope de Burejo, como mayoritariamente se extiende en la zona.
San Vicente es el Patrón del pueblo, y por él se levanta la iglesia románica del siglo XI; con el altar mayor en madera policromada como mejor exponente artístico del edificio, sin olvidar la espléndida escalera de caracol de acceso al campanario; su ojo central es a la vez eje de los escalones de piedra. Dentro de la Iglesia, se guardan también las imágenes de San Tirso y San Vitores; iglesias ya desaparecidas de asentamientos cercanos
En la parte de atrás, se encontraba originalmente el cementerio que, al crecer la población, se trasladó a los terrenos del antiguo y olvidado pueblo de Medinilla. Se aprovecharon los restos de su Iglesia (dedicada a San Tirso) para construir el nuevo camposanto; de ahí su increíble puerta románica y de ahí el nombre con el que se le conoce: “Cementerio de San Tirso”
Mención aparte merece la ermita de la Virgen del Rebollar. Iglesia del siglo XIII que se levanta en honor de la Patrona de La Ojeda. También de estilo románico como la inmensa mayoría de las iglesias de la zona; aunque ésta de la época más tardía, ya que la puerta es de estilo gótico. Guarda en su interior la imagen en madera policromada de una Virgen con Niño excepcional por la posición de asiento y por tener en el regazo otra figura, (el Niño) totalmente independiente y que encaja de manera exacta en la primera.
Iglesia de San Vicente: Iglesia de origen románico, reformada posteriormente; lo que hoy se ve corresponde a una remodelación del siglo xv. Destaca un bello ventanal existente en la fachada sur, de tracería gótica. La primera constancia escrita de san Vicente, como titular de la iglesia de Vega de Bur es del año 1345: El libro “Becerro de los Beneficios” dice que en la Iglesia de “Sanct Vicente” debe haber un preste, un subdiácono y dos graderos.
Es una iglesia que en principio fue románica pero que en la actualidad hay que fijarse dos veces para hallas vestigios de su origen. Las notables remodelaciones sufridas por el templo, evidenciando que, aunque pequeño, el lugar tuvo posibles. Toda la cabecera cedió su sitio a una nueva, cuadrada y provista de recios contrafuertes oblicuos en las esquinas. La nave también da muestras de haber sido recrecida. A los pies, posee un cuerpo añadido para contener la escalera de acceso al campanario adosado a la espadaña que remata el muro de poniente, original.
Santuario de la Virgen del Rebollar: Santuario dedicado a la patrona de La Ojeda, cuya festividad se celebra el último domingo de septiembre. Situado a dos kilómetros de Vega de Bur, cerca de él se encuentra el pago conocido como Castillo de la Vega, donde se supone estuvo ubicado el castillo de Ebur.