Payo de Ojeda

Situación

  

       Payo de Ojeda se encuentra en pleno centro de la Ojeda y junto al rio de Payo (que nace en la fuente de Don Pedro) y el arroyo de Villavega que confluyen en Micieces de Ojeda, en un valle entre bosques de coníferas y robledales.

       Coordenadas: Latitud 42º 43´ N, Longitud 4º 28´W, se encuentra a una altitud de 1000 metros sobre el nivel del mar, tiene ayuntamiento propio http://payodeojeda.es

        Los habitantes de Payo de Ojeda a 1 de enero de 2023 son de 59 personas de los cuales 37 son hombres y 22 mujeres

Historia

       Ya en 1345 encontramos a Payo y en 1352 en el Becerro de las Behetrías dice que es behetría de D. Fernán García Duque.

       En 1845 Madoz describe a Payo como de clima muy frio donde el terreno es poco productivo y existe un gran páramo de 12 leguas y un monte poblado de brezos. Produce sobre todo lino y hay cuatro molinos harineros.

       El topónimo sobre el origen del nombre de Payo no está del todo claro, unos dicen que proviene del latín “pagus” nuestro pago con sentido de aldea o pueblo pequeño, nombre impuesto acaso por los repobladores que encontraron un pueblo ya abandonado, similar a Paredes en el que se encontraban tan sólo unas paredes. Otros por el contrario dicen que en su origen seria villa de Pelayo por un repoblador llamado Pelagio o Pelayo y el significado seria lugar de Pelayo en la Ojeda.           

       Escribe ROBERTO GORDALIZA APARICIO Profesor de Lengua y Literatura de E. Secundaria en Palencia Los franceses en Payo:

       Don Juan de Homar ilustre ingeniero y militar, hijo del caballero italiano Pedro Francisco y de Margarita, había nacido en Tamarite de Litera (Huesca) en 1732, estando sus padres de paso. En 1741 ingreso en el ejército como cadete de caballería empezó los estudios de ingeniería. Llego al grado de capitán.

       Caso en Herrera con Dña. Manuela Vélez Ladrón de Guevara. Desde 1776 trabajo en las obras del Canal de Castilla, bajo la dirección de D. Fernando de Ulloa. Muerto este, asume la dirección y en 1789 se encarga de la dirección del Canal de Campos.

        Al estallar la guerra de la independencia se retira con su familia a Payo de Ojeda. Estando en cama enfermo, a medianoche llegaron los franceses con un sargento al mando y le pusieron las pistolas en el pecho para matarle, creyéndole general del ejército. Lo impidió el sargento diciéndoles que, si era general, no habría tomado las armas contra el emperador, puesto que estaba enfermo y retirado en una aldea.

        El sargento, increpo a quien les había dirigido hasta allí, un tal frutos, al que acusó de engaño, Don Juan quedo tan afectado que falleció a los pocos días.   

Iglesia

         La iglesia parroquial de Santa Justa y Santa Rufina, litúrgicamente orientada, está emplazada en el lugar más elevado de la localidad, hacia el noroeste del caserío. El acceso se realiza desde el sur, a través de un pórtico columnado fechado en 1674 y cerrado con una verja metálica. Adosado a su muro norte se halla el campo santo. El Libro Becerro de los Beneficios cita la existencia de la iglesia de Santa Yusta, perteneciente al arciprestazgo de la Ojeda y al arcedianato de Carrión.

        Las diferentes transformaciones que ha sufrido la iglesia hacen prácticamente imposible reconocer en el actual edificio cualquier testimonio de una inicial fábrica románica. Data la hoy visible de los siglos XV y XVI y consta de una sola nave y testero plano reforzado por contrafuertes angulares. A la nave se han ido añadiendo dependencias que han modificado la planta básica: una capilla lateral en el lado de la epístola, una torre cuadrada a los pies y un pórtico meridional de acceso. La portada, abierta en el muro sur y sobresaliente de la línea muraria, está precedida por un pórtico. Sencillos canecillos de proa de nave, sin función actual, servirían para sostener un tejaroz. De arco apuntado, está formada por arquivoltas de baquetón y escocia, así como por chambrana decorada con motivos vegetales, en uno de los extremos tiene un jinete sobre su caballo y en el otro un león, desde éstos parten unos lazos perlados que forman ondas entre las que se superponen hojas tripétalas. Motivo muy parecido podemos encontrar en la portada de Quintanatello de Ojeda. Remata esta arquivolta una fila perlada. Las arquivoltas apoyan sobre una línea de imposta que se prolonga por todo el saliente de la portada decorándose a base de entrelazos vegetales y lazos perlados. A continuación, se sitúan las jambas, la interior reproduce, como continuación de la arquivolta, el baquetón en la arista. Sobre la portada se dispone un bajorrelieve de factura muy popular que se enmarca en el interior de un rectángulo. En su interior, bajo un arco, aparece un Calvario, relieve muy similar al que se talló para la iglesia de la Asunción de Quintanatello y que ofrece la fecha de 1475. Dadas las conexiones estilísticas y geográficas de la portada de Payo con Quintanatello, podemos hablar de un claro románico de inercia, perduración formal de ciertos motivos hasta el siglo XV para unas regiones marginales (cf. Vega de Bur y Pisón de Ojeda).

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     La puerta presenta herrajes muy fragmentados de época gótica. Frente a éste carácter bajomedieval de lo hasta ahora visto, destaca en el interior del templo la presencia de una interesante pila bautismal tardorrománica tallada en arenisca local, de 134 cm de diámetro y 80 cm de altura cuyo borde superior posee un grosor de 20 cm. Tiene forma semiesférica y presenta cenefa vegetal superior de cuatripétalas así como varias escenas figuradas que se despliegan por la superficie de la copa sin presencia de elementos de compartimentación. El borde superior cuenta con dos molduras baquetonadas que suavizan las perfiles y delimitan una decoración de tallo serpenteante y perlado vomitado por un león, un basilisco y un grifo. Aunque su estado de conservación es deficiente y presenta varias reposiciones en hormigón moderno, podemos apreciar las siguientes escenas: un grifo y un león afrontados, un caballo enjaezado sobre fondo de acantos y su jinete a pie, protegido por cota de mallas, espada y yelmo combatiendo contra un dragón alado que muerde verticalmente el escudo del guerrero. El animal fantástico tiene la cola enroscada y por su actitud amenazadora recuerda a los capiteles de Rebolledo de la Torre, Villavega de Aguilar y una escena muy similar en la pila de Cantoral de la Peña. A continuación, presenciamos otro grifo con la cola enroscada y a su derecha un jinete con cota de malla, yelmo y escudo alanceando a un león. El arnés y el atalaje de combate sugieren ciertas similitudes con el capitel del caballero victorioso del monasterio de Santa María la Real Aguilar de Campoo (MAN). Finalmente aparece un león alado vomitando un tallo apalmetado del que surgen dos aves, con un curioso trabajo de zigzagueado en sus cuellos. Las aves están muy próximas a los basiliscos de la galería porticada de Rebolledo, también coinciden en la anatomía de los felinos y en los fondos con hojas de acanto. En función de la cenefa superior con cuatripétalas inscritas podemos hablar de una tradición común a las pilas de Respenda de Aguilar, Rebanal de las Llantas, Cantoral de la Peña y Valcobero, si bien en este ejemplar de Payo, la directa reproducción de ciertas plantillas suministradas por los escultores de Rebolledo de la Torre nos revela la fuente de inspiración formal de estos talleres populares. A fin de cuentas, los motivos de cuatripétalas fueron también comunes al lenguaje de los escultores de Rebolledo y su círculo (Pozancos, Vallespinoso de Aguilar

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Referencias